Tipos de acero más utilizados en la construcción y para qué sirve cada uno
Si trabajas en el mundo de la construcción, sabes que elegir el material adecuado es clave para que una obra sea segura, duradera y rentable. Y entre todos los materiales, el acero es uno de los más usados y valorados.
Ahora bien, no todos los aceros son iguales. Existen distintos tipos, y cada uno se adapta mejor a un uso u otro. En este artículo te comparto un resumen claro y directo de los aceros más comunes en el sector de la construcción, con ejemplos reales de cómo se aplican en el día a día.
- Acero estructural
Este es el clásico. Es el que se usa para formar la “columna vertebral” de una obra: vigas, pilares, estructuras metálicas… todo lo que da soporte y forma a un edificio.
¿Por qué se usa tanto?
Porque es resistente, fácil de trabajar y muy fiable. Se puede cortar, soldar o atornillar sin problema.
Ejemplos donde se usa:
- Estructuras de naves industriales
- Edificios de gran altura
- Marquesinas metálicas

- Acero corrugado
Es ese que tiene como “rayas” o nervaduras a lo largo de la barra. No es decoración: esas nervaduras hacen que se agarre mejor al hormigón.
¿Para qué sirve?
Para reforzar estructuras de hormigón armado. Es básico en cualquier obra.
Aplicaciones típicas:
- Cimentaciones
- Forjados
- Muros de carga

- Acero galvanizado
Este tipo está recubierto con una capa de zinc para protegerlo del óxido. Se usa mucho en exteriores o en zonas donde hay humedad.
Ventajas principales:
- Muy resistente a la corrosión
- Apenas necesita mantenimiento
¿Dónde lo vemos?
- Barandillas exteriores
- Rejas, cercados y estructuras expuestas a la intemperie

- Acero inoxidable
Este sí que te suena: tiene ese acabado brillante tan típico. Aparte de bonito, es muy resistente a la humedad y productos químicos.
¿Cuándo usarlo?
Cuando además de resistencia, buscas un acabado visual limpio y moderno.
Aplicaciones habituales:
- Pasamanos y escaleras
- Elementos decorativos de interior o exterior
- Fachadas de diseño

- Laminado en caliente o en frío: ¿cuál es la diferencia?
Una duda muy común entre profesionales: ¿qué diferencia hay entre acero laminado en caliente y en frío?
- Caliente:
Se trabaja a alta temperatura, lo que lo hace más maleable y económico. Ideal para estructuras grandes donde no importa tanto el acabado. - Frío:
Se produce a temperatura ambiente, con más precisión y un acabado más fino. Se usa más en piezas visibles o de precisión.
En resumen:
- Caliente → estructuras grandes
- Frío → carpintería metálica, puertas, ventanas

Conclusión
Cada tipo de acero tiene sus propias ventajas y aplicaciones. La clave está en saber cuál es el más adecuado para tu proyecto y asegurarte de contar con un proveedor que te asesore bien y te sirva con rapidez.
En Ferros Gumà llevamos años trabajando con profesionales del sector para ofrecerles justo lo que necesitan: materiales de calidad, entrega rápida y un trato cercano.
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